Consejos para mantener tu sofá como el primer día

Si quieres que tu sofá se mantenga impecable tienes que cuidarlo por dentro y por fuera. Cuidarlo por dentro es bastante fácil, debes de evitar que los niños salten sobre él, lo que podría hacer que se desencolara o que la espuma se resienta y debes de moverlo siempre con cuidado, sin golpearlo ni arrastrarlo.

Si el sofá es bueno, con estos consejos se mantendrá muy bien por dentro durante años. Cuidarlo por fuera tampoco es difícil con las pautas que vamos a darte a continuación.

Consejos para conservar tu sofá impecable

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Si quieres tener tu sofá absolutamente impecable lo mejor es que te hagas con alguna funda para sofá como las que puedes encontrar en nuestra tienda online. Las puedes encontrar de muchas formas y en diferentes tamaños para que se adapte exactamente al estilo de tu mueble y encaje con el resto de la decoración de tu sala o salón.

Estas fundas protegen totalmente el sofá y se pueden lavar sin problemas, por lo que no importa si hay niños o mascotas, el tapizado estará siempre como nuevo y cuando te apetezca lucirlo solo tendrás que quitar la funda.

Con las fundas se acabó el estar todos los días recordando cosas como que no se come en el sofá o no se pueden poner los pies encima. Podrás darte un respiro sin que te cueste tener que frotar con productos especiales para la limpieza de la tapicería.

¿Y si no quiero cubrirlo con fundas?

Algunas personas compran el sofá precisamente porque les gusta su tapicería y no quieren cubrirlo con fundas. Aun así, buscan trucos para mantener la tapicería intacta el mayor tiempo posible sin renunciar a disfrutarlo a tope. Estos son algunos consejos para ellos.

  • Ten siempre alguna mantita a mano. Las mantitas de sofá son perfectas para, además de taparse con ellas, cubrir el sofá para que los niños puedan jugar encima e incluso usar sus lápices sin riesgo para la tapicería. También son ideales para proteger el sofá si tienes mascotas que se suben regularmente. Los gatos, por ejemplo, adoran acostarse cobre los respaldos del sofá. Coloca una manta polar y no querrán estar en ningún otro sitio.
  • Si tu sofá tiene chaise longue puedes usar una mantita para doblarla a los pies y proteger esa zona. Así, aunque te tumbes con las zapatillas puestas o con los calcetines tras haber caminado descalzo por casa, no dejarás roces en la tapicería.

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