Prepara tu hogar con ropa de cama en Gauus

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La ropa de cama de cara al invierno cambia radicalmente respecto a la de verano. Igual que cambia la ropa de nuestro armario o el calzado de nuestro zapatero. Con el frío, todos buscamos ropa que nos ofrezca más abrigo pero que a la vez no nos haga sentir aprisionados al salir a la calle.

Y exactamente eso es lo que buscamos en cama, sentirnos a gusto y calientes toda la noche pero sin tener la sensación de que estamos siendo aplastados por una montaña de mantas que no nos dejan siquiera movernos.

Por suerte, los tejidos modernos están orientados en hacia ese terreno y ahora el calor y el peso excesivo ya no están relacionados. Igual que hay camisetas térmicas que nos permiten ir a trabajar con una blusa o una camisa en pleno mes de enero, también hay ropa de cama ligera y agradable que nos permite estar a una temperatura adecuada toda la noche.

Ropa de cama de abrigo: las sábanas más calientes y de mejor calidad

Los tejidos térmicos son los protagonistas de las sábanas invernales. Podemos encontrar clásicos de toda la vida, como las sábanas de franela, pero también tejidos muy actuales como la sedalina. Los fabricantes de sábanas trabajan para conseguir un calor seco, agradable y con el mejor tacto pero con todas las ventajas de las sábanas más finas.

De este modo, los tenidos de microfibra con los que se realizan las sábanas de coralina, sedalina y similares se lavan fácilmente en la lavadora y secan muy rápido al aire. Pero también pueden meterse en la secadora y, con un programa corto, quedar listas para volver a hacer la cama.

Ropa de cama de abrigo: Colchas, nórdicos o edredones tradicionales

Las sábanas son muy importantes porque están en contacto directo con el cuerpo y son las que tienen que absorber el sudor y tener el mejor tacto. Pero el resto de ropa de cama también tiene que tener unas características adecuadas para descansar a gusto toda la noche.

Las colchas son la opción favorita de quienes quieren la sensación más tradicional. Suelen combinarse con una manta durante las noches más frías y son perfectas para hogares en los que la calefacción está alta todo el día. Los edredones tradicionales y los nórdicos ofrecen mayor calor, jugando siempre con los grosores y los tipos de relleno para conseguir diferentes características.