¿Por qué comprar un nórdico de invierno?

Los nórdicos de invierno se han convertido en una de las maneras más populares de abrigarse durante el invierno, especialmente en las zonas más frías de nuestro país. No en vano estos edredones deben su nombre a proceder de los países del norte, en los que los inviernos son muy largos y finos y necesitan de los mejores materiales para estar abrigados.

nórdicos de invierno

Una forma de tener calor sin tener peso

Hay nórdicos de diferentes pesos y grosores según el calor que se necesite. Si se vive en una casa en la que hace frío por las noches, un nórdico de abrigo puede dar la calidez necesaria para dormir sin problemas.

El abrigo de un nórdico de máxima calidez equivale a varias mantas, pero su peso es muy inferior. Esto ayuda a poder moverse en cama por las noches con total comodidad, algo muy importante para personas que tienen problemas debido a dolores articulares o que, simplemente, tienen dificultades para moverse en la cama.

rellenos nórdicos

El nórdico no deja que el calor que genera el propio cuerpo salga, por lo que crea un microclima en el interior de la cama totalmente aislado. El frío no pasa la capa de fibras o de plumas del edredón y por eso la temperatura es constante y agradable durante todo el tiempo.

Una manera económica de abrigarse

Aunque un nórdico de calidad puede ser caro, a medio plazo resulta bastante más económico que comprar ropa de cama tradicional. Y es que ya hemos dicho que un nórdico de abrigo puede dar más calor que varias mantas clásicas. Pero no solo se ahorra la compra de las mantas, sino que comprando fundas adecuadas se ahorra también comprar juegos completos de sábanas pudiendo adquirirse tan solo las bajeras y las fundas de la almohada.

nórdico de invierno

Las fundas nórdicas también duran mucho tiempo si son de buena calidad y con tener dos para mudar la cama es más que suficiente. Además, se pueden comprar adecuadas a la temperatura de la casa ya que hay fundas térmicas que ayudan a que el nórdico resulte incluso más cálido.

La vida útil de un nórdico de buena calidad es muy larga si se trata bien y se le dan los cuidados necesarios. Así que hay que considerarlos una inversión en confort y en calor. Por eso se recomienda comprar siempre un nórdico de muy buena calidad para poder disfrutarlo mucho tiempo y gozar de todas sus ventajas.

Deja tu comentario