Cómo organizar la ropa de cama de invierno

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Guardar la ropa de cama de invierno requiere de un espacio bastante grande, ya que la ropa de abrigo es la que más ocupa. Los edredones, las mantas o los cobertores gruesos deben de guardarse convenientemente para que no cojan polvo ni malos olores.

Si se van a guardar en un desván o trastero se recomienda hacerlo en el interior de cajas herméticas. Este tipo de cajas mantienen muy bien la ropa de una temporada para otra y permiten guardar todo limpio y bien doblado.

Ropa de cama en canapé

Uno de los lugares más efectivos para guardar la ropa de cama de invierno es en el interior de un canapé que se eleve o que tenga cajones para almacenamiento. Bajo el canapé hay mucho espacio para guardar cosas, pero no se trata de un lugar práctico para utilizar cada día. Sin embargo, es perfecto para guardar cosas de una temporada para otra como es el caso de la ropa de cama.

Si no cuentas con un canapé cerrado puedes comprar cajas de almacenamiento para debajo de la cama. Las puedes encontrar de muchos tipos, algunas incluso con laterales que simulan cajones para que se vean mucho más decorativas. Estas cajas cierran herméticas por lo que no es necesario meter las colchas, sábanas o mantas en bolsas.

Coloca los edredones de plumas en la parte superior de la caja, de este modo no irá nada sobre ellos que los aplaste y pueda dañar el relleno. Al colocar la tapa ejerce presión de forma uniforme para que pierdan parte del aire y se adapten al espacio.

Ropa de cama en armario

Los altillos del armario son otro lugar perfecto para guardar la ropa de cama de una temporada para otra. Si los armarios no llegan al techo también se puede utilizar la parte superior de los mismos guardando la ropa en cajas o en bolsas especiales para preservarla de la humedad y el polvo.

Al guardar la ropa de cama en el armario también se debe de introducir en bolsas de tela con cremallera. Este tipo de bolsas ayudan a que todo se mantenga limpio y en buen estado. Se recomienda evitar el uso de bolsas de plástico excepto aquellas pensadas para quitar el aire.

Las bolsas para envasar al vacío quitando el aire permiten guardar las mantas en un espacio más pequeño, pero no son recomendables para los edredones porque pueden dañar el relleno.